Algunos piensan que solo por el hecho de ser animales, los perros y gatos deberían resistir y desear el consumo de cualquier cosa. Pero, ¡cuidado!: esta forma de pensar puede poner en riesgo la salud de tu mascota. Hay grandes diferencias entre lo que para una persona es sano o inofensivo y lo que lo es para tu mascota.
Una forma de mejorar rápidamente la calidad de vida de tus peludos es identificando cuáles son los alimentos prohibidos para perros y gatos y sus efectos. Este es el primer paso para lograr que tu hogar sea un lugar más seguro para ellos. Te sorprenderá descubrir algunas comidas que parecen muy “sanas” dentro de esta lista de alimentos tóxicos para perros y gatos.
18 alimentos prohibidos
Si bien no todos estos alimentos son fatales, sí pueden generar malestar y afectar la salud de tu mascota. Consumidos en exceso, pueden ser letales.
Normalmente los gatos son más quisquillosos a la hora de elegir qué comen, por lo que se exponen menos a comidas que los puedan dañar. Los perros, por el contrario, suelen ser más curiosos y tener atracones de cualquier tipo de comida. En ambos casos, ten cuidado de mantener fuera de su alcance estos alimentos.
Bebidas alcohólicas: causan incontinencia urinaria y si el consumo es excesivo, puede ser mortal.
Cafeína: se encuentra en café molido, granos y granos de café cubiertos de chocolate, así como en el té, las gaseosas y las bebidas energéticas. Acelera su ritmo cardíaco y puede generar problemas digestivos.
Cebolla, ajo, puerros, chalotas: contienen disulfuros de propilo y tiosulfitos, lo que tanto a perros como a gatos les puede generar la destrucción de los glóbulos rojos (anemia hemolítica).
Champiñones: los champiñones silvestres pueden generar diarrea, vómitos, y estados de shock. Los del tipo Amanita, Galerina y Lepiota, son muy tóxicos para los perros.
Chicle: puede generar obstrucciones.
Chocolate: el cacao contiene teobromina, lo que es tóxico para los perros y gatos. Cuidado especial con los chocolates negros, ya que tienen más concentración. Es peligroso si es consumido en grandes cantidades o por un perro pequeño: tan solo 100 gramos de chocolate negro consumidos por un perro mediano pueden resultar fatales.
Comidas grasosas: si bien no son tóxicas, el consumo de alimentos elevados en grasa puede provocar vómitos, diarrea y gases, y derivar en pancreatitis y problemas gastrointestinales.
Dulces: en perros puede generar obesidad y diabetes, con complicaciones como la pérdida de visión.
Frutos secos: las nueces de Macadamia, las almendras y las nueces pueden generar pancreatitis si se ingieren en exceso.
Huesos y espinas: si son pequeños -como los del pollo o del pescado- pueden generar asfixia, atascarse en la garganta o astillarse si están cocinados.
Huevo crudo: en moderación, los huevos cocinados pueden ser una buena alternativa. Pero el consumo excesivo de huevos crudos puede provocar una deficiencia de biotina que afecta el pelaje y la piel de tu perro.
Lácteos (leche, helados, queso): muchos perros y gatos son intolerantes a la lactosa, por lo que el consumo de lácteos les provoca trastornos intestinales.
Levadura y masa fermentada: la levadura puede terminar expandiéndose hasta el intestino provocando muchos gases o problemas respiratorios. Lo mismo puede pasar si consume demasiadas masas fermentadas.
Paltas, uvas: la palta contiene persina, una toxina que puede ser peligrosa ya que algunos perros son alérgicos a ella, y les genera problemas de digestión y dificultad para respirar. En general suele ser más riesgosa para los gatos. Las uvas y pasas generan insuficiencias renales, aunque se consuman en pequeñas cantidades.
Semillas y cuescos de frutas: los cuescos de las cerezas, de los nectarines, los duraznos y las ciruelas y las semillas de las manzanas y de los melones contienen cianuro, pero para que un perro o gato se intoxique con cianuro debería comer mucha cantidad y masticarlos (porque deben ser molidos para liberar el cianuro). El riesgo real en este caso suele ser una obstrucción intestinal, o del esófago o los intestinos. Lo mismo puede pasar con la mazorca del choclo o el cuesco de la palta.
Sal: puede generar problemas urinarios, deshidratación, empeorar patologías cardíacas o renales, sin hablar claro está de la intoxicación.
Vísceras de pescado: cuidado, el consumo excesivo de este tipo de alimento crudo puede provocarle parálisis o rigidez muscular a tu gato. Además, las espinas pueden generarle obstrucciones intestinales y perforaciones en el esófago. El pescado crudo además contiene anisakis, un parásito que puede generarle malestar estomacal.
Xilitol: endulzante que se encuentra en alimentos “sin azúcar” (chiles y dulces sin azúcar), jarabe para la tos, enjuague bucal, pasta de dientes. Puede generar vómitos, convulsiones, , falta de coordinación, letargo, daño a las encías y hasta hemorragias internas. También puede causar que el páncreas libere más insulina de la necesaria.
Por último, es importante recordar que los remedios para personas o para otros animales, a menos que sean expresamente indicados por tu veterinario, suelen ser nocivos para los perros y gatos. Entre estos se encuentran: la aspirina, el ibuprofeno, el naxoproxeno.
Vale la pena aclarar que esta lista de alimentos tóxicos para perros y gatos no cubre todos los tipos de alimentos, por lo que te recomendamos que le preguntes a tu veterinario si tienes dudas.
Debido a que muchas personas tienen las costumbre de compartir su comida con sus mascotas, al comentarles sobre esta lista de alimentos dañinos estarás mejorando la vida de sus mascotas.
Por último, una manera de asegurar de que lo que tu perro o gato consume no tenga ningún riesgo para él, puedes elegir un alimento de bajo índice glucémico que mantenga a tu mascota satisfecha por más tiempo y de esta manera evita la sobrealimentación. Un ejemplo de este tipo de alimentos es BORÉAL, ya que es un alimento bajo en carbohidratos y altos en proteínas de alta biodisponibilidad para perros y gatos que te ayudarán a tener una mascota más sana y feliz.